Welsungsraum

"Hazte fuerte en los viejos sueños para que nuestro mundo no pierda la esperanza". Ezra Pound "Ich lehre euch den Übermenschen. Der Mensch ist Etwas, das überwunden werden soll. Was habt ihr getan, ihn zu überwinden?". Nietzsche

Nombre: Welsung

sábado, enero 24, 2009

HOLOCUENTO

Tras publicar su 'Informe Rudolf' , German Rudolf se convirtió en enemigo del Pueblo de la Mentira, Aquí las conclusiones de su informe


9. Conclusiones


Aún de acuerdo con las declaraciones del farmacéutico J.-C. Pressac, quien, a fines de los ’80 y a comienzos de los ’90 fue promovido como el experto técnico del Holocausto, los testimonios de los testigos oculares relacionados con la ingeniería de las instalaciones y con su capacidad son, casi sin excepción, indefendibles. Aún las correcciones a los testimonios, consideradas necesarias por Pressac, no van lo suficientemente lejos como para hacerlas creíbles. En particular, los testimonios relacionados a la duración de las ejecuciones en las “cámaras de gas” (morgue 1) de los crematorios II y III, así como los períodos de ventilación después de las ejecuciones están completamente errados. Esto se debe a la sobreestimación de la tasa de evaporación de ácido cianhídrico desde el vehículo del Zyklon B, así como el concepto incorrecto de la efectividad de la ventilación de las salas. Si deben ser aceptados los testimonios de los testigos oculares relativos a las cantidades de Zyklon B usadas, y al menos aproximadamente relacionadas con la rapidez del procedimiento de ejecución, entonces ellos son incompatibles con los testimonios, a veces de los mismos testigos, que señalan que los cadáveres de las víctimas eran retirados desde las “cámaras de gas” inmediatamente después de las ejecuciones sin máscaras antigás ni ropas protectoras. Esto es particularmente cierto en aquellas supuestas “cámaras de gas” sin instalaciones de ventilación (crematorios IV y V y las granjas I y II), ya que trabajar en “cámaras de gas” pobremente ventiladas, con altas concentraciones de gas venenoso, es imposible sin máscaras antigás. El peligro extremo a que someterían los sudorosos trabajadores del Sonderkommando, quienes se supone que tenían que trabajar sin ropas protectoras, hacen indignos de confianza los testimonios. Los relatos de los testigos oculares son por lo tanto completamente contradictorios, ilógicos, contrarios a las leyes de la Naturaleza y, por lo tanto, increíbles. Los testimonios realizan particulares contorsiones cuando se llega al tema de las cremaciones (cantidad y tipo de combustible usado, velocidad de cremación, desarrollo de llamas y humo), los que además yerran al ser contrastados con los análisis de fotografías aéreas.

Las supuestas instalaciones para el asesinato masivo de seres humanos son, a juicio de Pressac, imprácticas para su propósito, pues ilógicamente estaban construidas por partes, por lo que ellas no habrían sido convenientes como instrumentos de exterminio en masa. Una vez que uno considera los requerimientos técnicos reales, queda la impresión de la total incapacidad de las instalaciones en cuestión —las que eran deficientes hasta el punto de la inutilidad— en grosera contradicción con las técnicamente avanzadas cámaras de desinfección, existentes en la vecindad inmediata. Los hechos indicados más adelante, con relación con los pilares de introducción de Zyklon B en los techos de las “cámaras de gas” (morgue 1) de los crematorios I a III, refuerzan la sospecha de una manipulación ulterior casi hasta la certeza. Estas instalaciones habrían sido aún menos convenientes que los crematorios IV y V. Hubiera sido imposible introducir el gas en ellas.

Debido a la probada y enorme resistencia ambiental del pigmento llamado azul de Prusia, los escasos restos de cianuro en las supuestas “cámaras de gas”, que son demostrables in situ, pero que no son reproducibles, no pueden ser explicadas sobre la base de residuos remanentes de un proceso de desintegración, ya que aún en el exterior del ala de desinfección, sometido a la intemperie, grandes cantidades de cianuro pueden ser encontradas aún hoy. Hacia el final del período de operación de las instalaciones, por lo tanto, el contenido de cianuro debe haber estado presente en el mismo orden de magnitud que hoy, como también en las áreas que nunca estuvieron expuestas a la intemperie. Pero los valores de cianuro de las áreas protegidas en las supuestas “cámaras de gas” homicidas son sólo tan bajas como en los lugares expuestos a la intemperie. Por lo tanto, la intemperie realmente no ha disminuido la concentración de estos escasos restos. Los bajos valores de cianuro no pueden ser explicados por la fumigación de los edificios para desinfectarlos, como fue postulado por Leuchter, ya que aquella fumigación hubiera probablemente dejado mayores cantidades de cianuro en los húmedos sótanos de los crematorios II y III. Los valores de cianuro de las supuestas “cámaras de gas” homicidas se sitúan en el mismo orden de magnitud que los resultados, entre otros, de las muestras tomadas por mí mismo de partes de otros edificios (sistema de desinfección mediante aire caliente del Edificio 5a, las barracas de los internos, el baño del crematorio I). Estos valores, sin embargo, se sitúan demasiado cerca del umbral de detección por lo que no está clara la significación que se les puede atribuir, más importante debido a su falta de reproducibilidad. Desde una perspectiva panorámica, uno puede concluir con seguridad que no es posible encontrar residuos de cianuro capaces de ser interpretados en las paredes de las supuestas “cámaras de gas” homicidas.
Fue posible mostrar que, bajo las condiciones de los gaseamientos masivos informados por testigos oculares en las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios II a V, los residuos de cianuro habrían sido encontrados en cantidades similares, tiñendo las paredes de azul, como las que pueden ser encontradas en el ala de desinfección del edificio 5a/b. Como no fueron encontradas cantidades significativas de cianuro en la supuesta “cámara de gas” homicida, uno puede concluir que estas instalaciones estuvieron expuestas a similares condiciones que las otras instalaciones mencionadas más arriba (sistema de desinfección mediante aire caliente, las barracas de los internos, el baño del crematorio I), es decir, que muy probablemente estas nunca estuvieron expuestas al ácido cianhídrico.


Conclusiones Finales

A. Química

A: La investigación de la formación y estabilidad de los restos de cianuro en las obras de albañilería de las estructuras indicadas así como la interpretación de los resultados analíticos de las muestras de material de construcción tomadas de estas estructuras en Auschwitz muestran que:

La reacción del cianuro en las obras de albañilería produce el pigmento azul de Prusia, que es estable por períodos de muchos siglos. Se desintegra en la misma escala de tiempo que la misma albañilería. Por lo tanto, los restos de cianuro serían detectables hoy en concentraciones casi indisminuídas, a pesar de los efectos del clima. Las paredes exteriores de las cámaras de despiojamiento BW 5a/b en Birkenau, que son vivamente azules y contienen altas concentraciones de cianuro, son evidencia de eso.

Bajo las condiciones físicamente posibles del gaseamiento masivo de humanos con ácido cianhídrico, los restos de cianuro deben encontrarse en el mismo rango de concentración en las salas en cuestión como las que se encuentran en las estructuras de desinfección, y la resultante decoloración azul de las paredes estarían del mismo modo presentes.

En las paredes de las supuestas “cámaras de gas” las concentraciones de cianuro remanente no son mayores que en cualquier otro edificio tomado aleatoriamente.



Conclusión a A:

En el campo físico-químico, los gaseamientos masivos con ácido cianhídrico (Zyklon B) en las supuestas “cámaras de gas” de Auschwitz afirmadas por testigos no tuvieron lugar.


B: Tecnología de construcción

La investigación de los acontecimientos de los supuestos gaseamientos masivos en las salas indicadas afirmadas por los testigos, desde un punto de vista técnico y práctico, incluyendo el análisis físico-químico, muestra que:

La extensa documentación sobre el campo de Auschwitz no contiene una sola referencia a las “cámaras de gas” para ejecuciones; esto refuta tales sospechas.

Las supuestas cámaras de gas principales de Auschwitz: la sala de la morgue del crematorio en el campo principal y los sótanos de la morgue I (“cámaras de gas”) de los crematorios II y III, no tienen ningún medio para la introducción de mezclas de gas venenoso. Los agujeros en los techos visibles hoy fueron hechos después de la guerra, y todas las otras grietas existentes son el resultado de la destrucción del edifico al final de la guerra.

La liberación de cantidades letales de ácido cianhídrico desde el vehículo del Zyklon B requiere muchos múltiplos del tiempo afirmado; la duración real toma varias horas.

El suministro de la ventilación necesaria para las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios II y III habría tomado muchas horas, contrariamente a todos los testimonios.

Hubiera sido imposible proveer una ventilación efectiva de las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios IV o V o de las granjas I y II. Los cadáveres no podrían haber sido retirados desde las salas por el Sonderkommando sin ropas protectoras y el uso de máscaras antigás con filtros especiales.

Conclusión a B:

Los procedimientos de gaseamiento masivo como los que han dado fe los testigos durante los interrogatorios ante varios tribunales, como se cita en los veredictos judiciales, y como se describe en las publicaciones científicas y literarias, en cualquier edificio de Auschwitz, son inconsistentes con la evidencia documental, las necesidades técnicas y la ley científica natural.




German Rudolf, químico certificado, en el exilio, el 13 de Septiembre de 2002.


Declaración

El autor de este informe sólo puede referirse a los testimonios de testigos oculares y documentos existentes, los que son la única base del punto de vista generalizado en las materias tratadas aquí.

No obstante, si llegara a ser prevaleciente la convicción que los testigos oculares se equivocaron en sus correspondientes testimonios, entonces un experto sólo puede confirmar que no hay base alguna sobre la cual redactar una opinión experta, y, en la opinión de este autor, nunca habrá ninguna base sobre la cual podrían basarse fallos judiciales, un método de historiografía establecido por una ley en lo criminal, o el procesamiento criminal de ciertas declaraciones.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Chilenos Nacional Socialistas.

http://es.groups.yahoo.com/group/nazichile/

Están invitados.

Es un Grupo de Discusión y Debate.

8:38 p. m., enero 29, 2009  

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