Welsungsraum

"Hazte fuerte en los viejos sueños para que nuestro mundo no pierda la esperanza". Ezra Pound "Ich lehre euch den Übermenschen. Der Mensch ist Etwas, das überwunden werden soll. Was habt ihr getan, ihn zu überwinden?". Nietzsche

Nombre: Welsung

sábado, enero 24, 2009

HOLOCUENTO

Tras publicar su 'Informe Rudolf' , German Rudolf se convirtió en enemigo del Pueblo de la Mentira, Aquí las conclusiones de su informe


9. Conclusiones


Aún de acuerdo con las declaraciones del farmacéutico J.-C. Pressac, quien, a fines de los ’80 y a comienzos de los ’90 fue promovido como el experto técnico del Holocausto, los testimonios de los testigos oculares relacionados con la ingeniería de las instalaciones y con su capacidad son, casi sin excepción, indefendibles. Aún las correcciones a los testimonios, consideradas necesarias por Pressac, no van lo suficientemente lejos como para hacerlas creíbles. En particular, los testimonios relacionados a la duración de las ejecuciones en las “cámaras de gas” (morgue 1) de los crematorios II y III, así como los períodos de ventilación después de las ejecuciones están completamente errados. Esto se debe a la sobreestimación de la tasa de evaporación de ácido cianhídrico desde el vehículo del Zyklon B, así como el concepto incorrecto de la efectividad de la ventilación de las salas. Si deben ser aceptados los testimonios de los testigos oculares relativos a las cantidades de Zyklon B usadas, y al menos aproximadamente relacionadas con la rapidez del procedimiento de ejecución, entonces ellos son incompatibles con los testimonios, a veces de los mismos testigos, que señalan que los cadáveres de las víctimas eran retirados desde las “cámaras de gas” inmediatamente después de las ejecuciones sin máscaras antigás ni ropas protectoras. Esto es particularmente cierto en aquellas supuestas “cámaras de gas” sin instalaciones de ventilación (crematorios IV y V y las granjas I y II), ya que trabajar en “cámaras de gas” pobremente ventiladas, con altas concentraciones de gas venenoso, es imposible sin máscaras antigás. El peligro extremo a que someterían los sudorosos trabajadores del Sonderkommando, quienes se supone que tenían que trabajar sin ropas protectoras, hacen indignos de confianza los testimonios. Los relatos de los testigos oculares son por lo tanto completamente contradictorios, ilógicos, contrarios a las leyes de la Naturaleza y, por lo tanto, increíbles. Los testimonios realizan particulares contorsiones cuando se llega al tema de las cremaciones (cantidad y tipo de combustible usado, velocidad de cremación, desarrollo de llamas y humo), los que además yerran al ser contrastados con los análisis de fotografías aéreas.

Las supuestas instalaciones para el asesinato masivo de seres humanos son, a juicio de Pressac, imprácticas para su propósito, pues ilógicamente estaban construidas por partes, por lo que ellas no habrían sido convenientes como instrumentos de exterminio en masa. Una vez que uno considera los requerimientos técnicos reales, queda la impresión de la total incapacidad de las instalaciones en cuestión —las que eran deficientes hasta el punto de la inutilidad— en grosera contradicción con las técnicamente avanzadas cámaras de desinfección, existentes en la vecindad inmediata. Los hechos indicados más adelante, con relación con los pilares de introducción de Zyklon B en los techos de las “cámaras de gas” (morgue 1) de los crematorios I a III, refuerzan la sospecha de una manipulación ulterior casi hasta la certeza. Estas instalaciones habrían sido aún menos convenientes que los crematorios IV y V. Hubiera sido imposible introducir el gas en ellas.

Debido a la probada y enorme resistencia ambiental del pigmento llamado azul de Prusia, los escasos restos de cianuro en las supuestas “cámaras de gas”, que son demostrables in situ, pero que no son reproducibles, no pueden ser explicadas sobre la base de residuos remanentes de un proceso de desintegración, ya que aún en el exterior del ala de desinfección, sometido a la intemperie, grandes cantidades de cianuro pueden ser encontradas aún hoy. Hacia el final del período de operación de las instalaciones, por lo tanto, el contenido de cianuro debe haber estado presente en el mismo orden de magnitud que hoy, como también en las áreas que nunca estuvieron expuestas a la intemperie. Pero los valores de cianuro de las áreas protegidas en las supuestas “cámaras de gas” homicidas son sólo tan bajas como en los lugares expuestos a la intemperie. Por lo tanto, la intemperie realmente no ha disminuido la concentración de estos escasos restos. Los bajos valores de cianuro no pueden ser explicados por la fumigación de los edificios para desinfectarlos, como fue postulado por Leuchter, ya que aquella fumigación hubiera probablemente dejado mayores cantidades de cianuro en los húmedos sótanos de los crematorios II y III. Los valores de cianuro de las supuestas “cámaras de gas” homicidas se sitúan en el mismo orden de magnitud que los resultados, entre otros, de las muestras tomadas por mí mismo de partes de otros edificios (sistema de desinfección mediante aire caliente del Edificio 5a, las barracas de los internos, el baño del crematorio I). Estos valores, sin embargo, se sitúan demasiado cerca del umbral de detección por lo que no está clara la significación que se les puede atribuir, más importante debido a su falta de reproducibilidad. Desde una perspectiva panorámica, uno puede concluir con seguridad que no es posible encontrar residuos de cianuro capaces de ser interpretados en las paredes de las supuestas “cámaras de gas” homicidas.
Fue posible mostrar que, bajo las condiciones de los gaseamientos masivos informados por testigos oculares en las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios II a V, los residuos de cianuro habrían sido encontrados en cantidades similares, tiñendo las paredes de azul, como las que pueden ser encontradas en el ala de desinfección del edificio 5a/b. Como no fueron encontradas cantidades significativas de cianuro en la supuesta “cámara de gas” homicida, uno puede concluir que estas instalaciones estuvieron expuestas a similares condiciones que las otras instalaciones mencionadas más arriba (sistema de desinfección mediante aire caliente, las barracas de los internos, el baño del crematorio I), es decir, que muy probablemente estas nunca estuvieron expuestas al ácido cianhídrico.


Conclusiones Finales

A. Química

A: La investigación de la formación y estabilidad de los restos de cianuro en las obras de albañilería de las estructuras indicadas así como la interpretación de los resultados analíticos de las muestras de material de construcción tomadas de estas estructuras en Auschwitz muestran que:

La reacción del cianuro en las obras de albañilería produce el pigmento azul de Prusia, que es estable por períodos de muchos siglos. Se desintegra en la misma escala de tiempo que la misma albañilería. Por lo tanto, los restos de cianuro serían detectables hoy en concentraciones casi indisminuídas, a pesar de los efectos del clima. Las paredes exteriores de las cámaras de despiojamiento BW 5a/b en Birkenau, que son vivamente azules y contienen altas concentraciones de cianuro, son evidencia de eso.

Bajo las condiciones físicamente posibles del gaseamiento masivo de humanos con ácido cianhídrico, los restos de cianuro deben encontrarse en el mismo rango de concentración en las salas en cuestión como las que se encuentran en las estructuras de desinfección, y la resultante decoloración azul de las paredes estarían del mismo modo presentes.

En las paredes de las supuestas “cámaras de gas” las concentraciones de cianuro remanente no son mayores que en cualquier otro edificio tomado aleatoriamente.



Conclusión a A:

En el campo físico-químico, los gaseamientos masivos con ácido cianhídrico (Zyklon B) en las supuestas “cámaras de gas” de Auschwitz afirmadas por testigos no tuvieron lugar.


B: Tecnología de construcción

La investigación de los acontecimientos de los supuestos gaseamientos masivos en las salas indicadas afirmadas por los testigos, desde un punto de vista técnico y práctico, incluyendo el análisis físico-químico, muestra que:

La extensa documentación sobre el campo de Auschwitz no contiene una sola referencia a las “cámaras de gas” para ejecuciones; esto refuta tales sospechas.

Las supuestas cámaras de gas principales de Auschwitz: la sala de la morgue del crematorio en el campo principal y los sótanos de la morgue I (“cámaras de gas”) de los crematorios II y III, no tienen ningún medio para la introducción de mezclas de gas venenoso. Los agujeros en los techos visibles hoy fueron hechos después de la guerra, y todas las otras grietas existentes son el resultado de la destrucción del edifico al final de la guerra.

La liberación de cantidades letales de ácido cianhídrico desde el vehículo del Zyklon B requiere muchos múltiplos del tiempo afirmado; la duración real toma varias horas.

El suministro de la ventilación necesaria para las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios II y III habría tomado muchas horas, contrariamente a todos los testimonios.

Hubiera sido imposible proveer una ventilación efectiva de las supuestas “cámaras de gas” de los crematorios IV o V o de las granjas I y II. Los cadáveres no podrían haber sido retirados desde las salas por el Sonderkommando sin ropas protectoras y el uso de máscaras antigás con filtros especiales.

Conclusión a B:

Los procedimientos de gaseamiento masivo como los que han dado fe los testigos durante los interrogatorios ante varios tribunales, como se cita en los veredictos judiciales, y como se describe en las publicaciones científicas y literarias, en cualquier edificio de Auschwitz, son inconsistentes con la evidencia documental, las necesidades técnicas y la ley científica natural.




German Rudolf, químico certificado, en el exilio, el 13 de Septiembre de 2002.


Declaración

El autor de este informe sólo puede referirse a los testimonios de testigos oculares y documentos existentes, los que son la única base del punto de vista generalizado en las materias tratadas aquí.

No obstante, si llegara a ser prevaleciente la convicción que los testigos oculares se equivocaron en sus correspondientes testimonios, entonces un experto sólo puede confirmar que no hay base alguna sobre la cual redactar una opinión experta, y, en la opinión de este autor, nunca habrá ninguna base sobre la cual podrían basarse fallos judiciales, un método de historiografía establecido por una ley en lo criminal, o el procesamiento criminal de ciertas declaraciones.

viernes, enero 16, 2009

LA MENTIRA COMO VÍA DE SANTIDAD


Supongamos que, en un remoto pasado, los dirigentes de un pueblo en particular, por las razones que sea, decidieran aseverar, contra los usos y costumbres de entonces, que existe un solo dios en el universo. Y supongamos que, además, ese dios único estableciera una alianza con un único pueblo, merced a algún mérito que no interesa exponer, prefiriéndolo a todos los demás.

Aunque las hipótesis mostradas son intrínsecamente absurdas, supongamos que los niños de ese pueblo, desde su más tierna infancia, antes de la aparición de algún espíritu de crítica, fueran adoctrinados con tamañas sandeces. Y así fuera generación tras generación, por miles de años.

¿Cómo vería el mundo un hombre de ese pueblo? ¿Cuál sería su Weltanschauung? ¿Cuál sería su moral?

Evidentemente, todos aquellos que no pertenecieran a su pueblo formarían una subhumanidad, algo intermedio entre el hombre y las bestias, o una extensión de las bestias hacia la humanidad.

¿Sería lícito que los subhumanos tuvieran los mismos derechos (a la vida, a la libertad, a no ser asesinados en cualquier momento, en cualquier lugar, a educarse, a tener salud) que los humanos?

Se deduce que no. De lo contrario habría que concederles “derechos civiles” (como dicen los estadounidenses) a vacas, caballos, burros, buitres.

¿Sería ilícito mentir para cubrir las acciones infames realizadas contra los subhumanos por los miembros de un pueblo elegido por el único dios del universo?

Ciertamente.

Hoy, 15 de enero, el ejército de la entidad sionista atacó en Gaza un hospital con 500 pacientes, una escuela y unas instalaciones de las Naciones Unidas, que en sus bodegas tenía ayuda humanitaria. El gobierno judío denunció que habían sido atacados por Hamas desde las instalaciones de la ONU.

Cito un artículo premonitorio, del renombrado periodista británico Robert Fisk, especialista en Oriente Medio y Oriente Próximo, de su artículo del 7 de enero (Ref:
http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/fisk/robert-fisk-why-do-they-hate-the-west-so-much-we-will-ask-1230046.html):

Una vez más, Israel ha abierto las puertas del infierno a los palestinos. Cuarenta refugiados civiles muertos en una escuela de las Naciones Unidas, tres más en otra. No está mal para una noche de trabajo en Gaza para el ejército que cree en la “pureza de las armas”. Pero, ¿por qué podríamos sorprendernos?

¿Hemos olvidado los 17.500 muertos —casi todos civiles, la mayoría de ellos niños y mujeres— en la invasión israelí de Líbano en 1982; los 1.700 civiles palestinos muertos en la masacre de Sabra y Chatila; la masacre en Qana, en 1996, de 106 refugiados civiles libaneses, más de la mitad de ellos niños, en una base de las Naciones Unidas; la masacre de los refugiados de Marwahin que fue ordenada en 2006 por israelíes, sentados en sus hogares, y ejecutada por la tripulación de un helicóptero israelí; los 1.000 muertos del bombardeo e invasión de Líbano, también en 2006, casi todos ellos civiles?

He reporteado las excusas que ejército israelí ha planteado en el pasado para estos ultrajes. Ya que ellas pudieran ser recalentadas en las próximas horas, aquí están algunas: que los palestinos mataron a sus propios refugiados, que los palestinos desenterraron cadáveres en cementerios y los dejaron en las ruinas, que finalmente los palestinos son culpables por apoyar un grupo armado o porque palestinos armados usan deliberadamente a los refugiados inocentes como “escudos humanos”.

La masacre de Sabra y Chatila fue cometida por los falangistas libaneses derechistas, aliados de Israel, como reveló la propia comisión investigadora israelí, mientras las tropas israelíes observaron todo durante 48 horas y no hicieron nada (…) Después de que la artillería israelí bombardeó la base de la ONU en Qana en 1996, los israelíes reclamaron que tiradores de Hizbollah estaban disparando desde esa base. Mentira. Los más de 1.000 muertos de 2006 —una guerra comenzada cuando Hizbollah capturó dos soldados israelíes en la frontera— fueron desestimados por Israel al afirmar que eran responsabilidad de Hizbollah. Israel alegó que los cuerpos de los niños muertos en la segunda masacre de Qana habían sido tomados de un cementerio. Otra mentira. La excusa de la masacre de Marwahin nunca se presentó. A los habitantes del pueblo se les ordenó evacuarlo, obedeciendo órdenes israelíes y luego fueron atacados por un cañonero israelí. Los refugiados y sus niños se quedaron alrededor del camión en que viajaban, los pilotos israelíes podían ver que eran inocentes. Entonces el helicóptero israelí los aniquiló, disparando desde corta distancia. Sólo dos sobrevivieron. Israel aún no se disculpa.

Doce años antes, otro helicóptero israelí atacó una ambulancia que llevaba civiles de una aldea vecina, una vez más atacaron, después que se les ordenó salir de Israel, matando a tres niños y dos mujeres. Los israelíes afirmaron que un combatiente de Hizbollah estaba en la ambulancia. No era verdad. Yo cubrí todas estas atrocidades, las investigué todas, hablé con los sobrevivientes. Luego les conté a mis colegas. Nuestro destino, por supuesto, fue ser acusados de la peor difamación: fuimos acusados de ser antisemitas.

Y escribo lo siguiente sin la más mínima duda: escucharemos todas estas falsedades otra vez. Tendremos la mentira de la “culpabilidad de Hamas” (el Cielo sabe que tenemos suficiente para culparlos sin agregar este crimen), y podríamos tener también la mentira de los “cadáveres llevados desde el cementerio” y tendremos casi con certeza la mentira de “Hamas estaba en la escuela de la ONU” y tendremos, por fin, la mentira del antisemitismo.

Hasta aquí parte del artículo premonitorio de Fisk, que no explica el por qué del uso obsesivo de la mentira.

La megalomanía monstruosa de unos pocos, servidores fieles de un monstruo megalómano, hoy tiñe de rojo las calles, las ruinas, las escuelas, los hospitales de Gaza.

Venezuela y Bolivia han expulsado a los embajadores de la entidad sionista en Caracas y La Paz. ¿Habrán ingresado estos países en el “Eje del Mal”? ¿Veremos los Merkava aniquilando civiles en La Guaira y a los helicópteros Apache lanzando misiles contra escuelas en Cochabamba?

Entretanto, la mentira se transforma en verdad oficial, y con el paso del tiempo, en verdad legal, defendida por una serie de leyes ilegítimas, como ocurre en algunos países de Europa con la mentira de los “seis millones” de “el Holocausto”. La mentira se transforma en una vía de santidad, un camino para llegar hasta el Único, el neurótico Yahvéh.

¿Cuán profundamente pueden enclavarse las raíces de la locura en un hombre, en un pueblo, en el mundo entero? ¿Cuál es la lógica que hace que el mundo deba girar al ritmo impuesto por una ínfima minoría?

Uno podría estar tentado de pensar que es cierto el cuento del único dios y de su alianza con su único pueblo predilecto.

Hoffmann

martes, enero 06, 2009

La víctima propiciatoria de Jahvé el asesino


Hace tiempo que no escribo, la abulia y el desánimo habían hecho presa en mí, ¿para qué escribir, a quién contar la verdad? Pero días han pasado desde que la bestia sionista se abalanzó sobre el pueblo de Palestina y sigue derramando sangre ante la mirada impávida del mundo idiotizado, cobarde, cómplice e inerme ante la escena del perro cebándose en la sangre de niños e inocentes. El momento ha llegado en que ya nadie puede permanecer indiferente, nadie puede seguir pensando que todo es igual.

¿Terroristas se atreven a llamar a los palestinos? ¡Pero qué se creen esos bastardos mentirosos, asesinos!

Pueden contarle eso a la gente idiotizada con modernidad, tecnología, economía, hedonismo, etc. Pero no a nosotros.

Los que desgarran vestiduras porque caen misiles en sus centros comerciales, en sus bancos y restaurantes de lujos, no cuentan que esos bellos edificios se edificaron encima de los cadáveres de palestinos.

¿Ya nadie recuerda que cuando se dividió arbitrariamente la Palestina, los palestinos tuvieron que huir víctimas de los grupos terroristas como Etzel (Irgún) o Stern, que barrieron con los poblados?

Recuerdo los relatos de los abuelos de cómo estos grupos pasaban a cuchillo a niños y ancianos, de cómo violaban a las mujeres hasta matarlas, de cómo a las mujeres embarazadas les abrían el vientre y degollaban a los fetos sobre sus madres moribundas.

¿Nadie recuerda la matanza de Deir Yassin? Aunque claro, hay judíos que se han atrevido a negarla. ¿Dónde están entonces las ligas antidifamación? Acaso no es negar Deir Yassin una afrenta a los muertos y está penado por la ley en muchos países “civilizados”?

¿Dónde están las organizaciones internacionales? ¿Dónde los Human Rights? ¿Dónde está Admistía Internacional? ¡No veo los conciertos, no veo a Sting o Madonna cantando por los derechos de los palestinos!

Es muy fácil erigir un estado sobre los cadáveres de otros y después pasearse por calles lujosas pensando que nada ha ocurrido. Pero, ¿quiénes son aquellos a quienes hoy llaman terroristas?

Son los niños criados en campos de refugiados, a quienes se les robó su niñez, a quienes les destruyeron sus casas y sus familias, criados como animales en la ignorancia, el hambre, las enfermedades y siempre rodeados por la muerte que el sionismo representa.

¡¡¡Y hoy, los mismos torturadores quieren que esos niños de ayer vengan a hablar “civilizadamente”!!!


Seamos francos, es ceguera histórica llamar terroristas a los grupos palestinos de resistencia. ¿Fueron entonces los sicarios de Masada terroristas porque atacaron guarniciones romanas? ¿Eran los galos terroristas porque atacaban caravanas y poblados romanos? Los poderes fácticos (esos mismos que nos tienen con un alma en un hilo por la crisis económica que “nadie sabe de dónde vino”), jamás permitirán una Palestina libre, cuando mucho un gobierno títere. Pero si la Palestina llegara por algún milagro a liberarse, entonces los hoy llamados terroristas serían llamados héroes y habría monumentos al niño palestino que enfrenta armado sólo con una piedra al tanque del invasor.

Por otro lado los palestinos son culpables, sí culpables de haber estado del lado de Alemania en la Gran Guerra. La amistad del Gran Mufti de Jerusalem con Hitler es otra de las verdaderas causas del odio a muerte.

Pero más que todo la verdadera causa de todo es el dios judío, Jahvé el vampiro, aquél que sólo está contento con sangre. Por eso el ataque se desarrolló en la Hannuka, la “Fiestas de las Luces”. ¡Qué mejor que ver las luces de las bombas que hacen saltar en pedazos los cuerpos de los enemigos odiados!

Esta vez no habrá imágenes ni fotos de cuerpos destrozados como publiqué durante el ataque al Líbano. No, eso sólo alimenta la morbosidad de los idiotas que permiten todo esto sin hacer nada. Esta vez maldigo en nombre de todos los dioses, a todos aquellos que permiten la masacre porque están demasiado preocupados de la fiesta, del negocio, llenos de egoísmo y centrados en la podredumbre de su alma vacía. A ellos les deseo que el Enemigo de los Pueblos, un día llegue hasta sus hogares y los destruya sin piedad.

A la bestia le advierto que este festín de sangre tiene magia, pero que la sangre no sólo se eleva hasta su dios, también es advertido por otros poderes; y cuando la víctima ya no pueda más, cuando el dolor sea infinito, cuando la desgracia parezca inevitable, un poder superior se levantará. Y yo marcharé en la primera línea.


Recordemos que en el libro bíblico de los Números, Dios ordena a Moisés el caudillo del pueblo israelita, lo siguiente:
"MANDA A LOS HIJOS DE ISRAEL, Y DILES: CUANDO HUBIEREIS PASADO EL JORDÁN ENTRANDO EN LA TIERRA DE CHANAAN DESTRUID A TODOS LOS MORADORES DE AQUELLA TIERRA: QUEBRAD LOS TÍTULOS Y DESMENUZAD LAS ESTATUAS, Y ASOLAD TODOS LOS ALTOS, LIMPIANDO LA TIERRA, PARA HABITAR EN ELLA. PORQUE YO OS LA HE DADO EN POSESIÓN. LA QUE REPARTIRÉIS POR SUERTE. A LOS MAS DARÉIS LA MAS ANCHA, Y A LOS MENOS LA MAS ANGOSTA. A CADA UNO COMO LE CAYERE LA SUERTE, ASI LE SERA DADA SU HEREDAD. POR TRIBUS Y FAMILIAS SE DIVIDIRÁ LA POSESIÓN".


A continuación el antiguo testamento de la Biblia, Dios dice a los israelitas:


"Mas si no quisiereis matar a los moradores de la tierra: los que quedaren, serán para vosotros como clavos en los ojos, lanzas en los costados, y se os pondrán en la tierra de vuestra morada. Y todo lo que tenia pensado hacer con ellos haré con vosotros".


Después cuando los israelitas al mando de Moisés se lanzaron a la conquista del reino de Hesebón, indica el Antiguo Testamento de la Biblia, que Dios dijo a Moisés:


"Y díjome el Señor: He aquí que he comenzado a entregarte a Sehón y su tierra, comienza a poseerla. y tomamos en aquel tiempo todas sus ciudades, quitando la vida a sus moradores, hombres y mujeres y niños. Nada dejamos en ellas. Salvo las bestias que vinieron a poder de los saqueadores: y los despojos de las ciudades que tomamos".


Welsung

Ardor


Celo: palabra que se deriva del latín zēlus, (ardor, celo), y este del griego ζῆλος, derivado de ζεῖν, hervir). Significa:

1. m. Cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo.

2. m. Interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona.

En árabe se dice hamas, que también es el acrónimo de Harakat al-Muqawima al-Islamiyya (Movimiento de Resistencia Islámica).

Hamas es descrito por la propaganda sionista como un grupo terrorista. Si Gaza fuera un Estado independiente, estaría en el primer lugar del surrealista “Eje del Mal”, proclamado hace algunos años por el peor presidente de Estados Unidos.

Sin embargo, Hamas es mucho más que un grupo paramilitar. Nacida en la primera Intifada, en 1987, como miembro de la Hermandad Musulmana, crea y administra mezquitas, escuelas, hospitales y programas sociales. También posee un ala militar, dividida en dos grupos principales: (1) Al-Majahadoun Al-Falestinioun (Sagrados Combatientes Palestinos), responsables de ataques a blancos sionistas en el norte de la franja de Gaza, realizados principalmente por los pelotones Izz al-Din al-Qassam; y (2) Jehaz Aman (Sección de Seguridad), encargada de identificar y castigar a los palestinos acusados de colaborar con los sionistas.

Estas actividades, en especial las de educación, salud y asistencia social, han significado el apoyo de la mayoría de la población palestina de los territorios ocupados, desafiando la manejable Autoridad Nacional Palestina.

Después de muchos meses de bloqueo militar, la entidad sionista (llamada comúnmente “Estado de Israel”) comenzó el 27 de Diciembre de 2008 a atacar la franja de Gaza. Después de una semana de bombardeos, invadió el reducido territorio. Es verdad lo que dice la prensa controlada por el sionismo: Hamas ha lanzado cohetes contra territorio israelí así como Israel ha lanzado bombas sobre territorio palestino. Es verdad lo que dicen los comentaristas internacionales: han muerto civiles judíos y civiles palestinos.

Lo que no se dice abiertamente es que por cada víctima civil judía hay cien víctimas civiles palestinas (http://english.aljazeera.net/news/middleeast/2009/01/2009157474464964.html).

La propaganda de guerra, la misma propaganda que ha establecido el espejismo de los seis millones del “Holocausto”, muestra a ambos rivales como equivalentes.

No lo son, ni económica, ni militar ni moralmente. Algunos israelíes también lo saben (http://www.haaretz.com/hasen/spages/1050459.html).

Los teóricos del exterminio hicieron sus cálculos en 1914, al comienzo de la primera guerra mundial. Sus conclusiones fueron las siguientes: si los Aliados estaban dispuestos a perder tres soldados por cada dos soldados alemanes muertos, llegaría el momento que los Aliados ya no tendrían enemigos al frente y ganarían la guerra. Sin embargo, el ingenio humano, el ingenio nacido de la desesperación por sobrevivir, demostró que las conclusiones de los “expertos” eran falsas. Contra las bombas y las ametralladoras, los alemanes emplearon palas y alambres de púas, manteniendo la resistencia disciplinadamente durante años, hasta que fueron finalmente traicionados por los judeobolcheviques, que complotaban en el interior del país.

La misma lógica genocida se observa hoy. “Algo” impulsa a la dirigencia del la entidad sionista a provocar derramamiento de sangre mediante un ataque desproporcionado y cobarde contra un territorio ínfimo, en el que sobreviven en condiciones subhumanas un millón y medio de niños, mujeres y hombres. “Algo” paraliza a los gobiernos de países árabes, algunos de ellos opulentos y con arsenales militares de primer nivel, permitiendo que la sangre árabe siga regando la tierra palestina. ¿Serán los 200 misiles con cabeza nuclear que posee la entidad sionista o sólo es el dinero?

Sin embargo, hace dos años y medio también el “mejor ejército del mundo” invadió un pequeño país vecino para erradicar un “grupo terrorista”. Hezbollah tuvo muchos muertos, es cierto, pero aniquiló el mito de la invencibilidad del ejército judío, que finalmente tuvo que retirarse, y de paso hizo caer el gobierno de la entidad sionista. Hoy Hezbollah es más fuerte que antes de la invasión, realizada bajo la falsa apariencia del rescate del “soldado Ryan judío”, Eldad Regev.

La desaparición de la entidad sionista está anunciada. No se producirá por acciones militares; sólo es asunto de tiempo. El crecimiento de la población palestina y el crecimiento incontrolable de su fe (el arma secreta de su arsenal) proyectan ese hecho futuro inevitable, frente a la pérdida de fe y de la tasa de natalidad de la población judía, ella misma afectada por la decadencia que conlleva el hedonismo de la sociedad de consumo y del entretenimiento. Hoy los judíos no tienen empacho en comer carne de cerdo, en medio de un asado, al día siguiente de realizar el Bar Mitzvá de sus hijos.

Cuando los malls y los resorts israelíes vean amenazado su lujo, edificado con el dinero de los “contribuyentes estadounidenses” y de los alemanes (las exorbitantes “reparaciones de guerra” a un Estado inexistente durante la segunda guerra mundial), cuando el israeli way of life no sea tan placentero, los eternos emigrantes tomarán otra vez sus maletas y se irán a otro sitio más pacífico, más civilizado, de mayor estatus. Tal vez fue una lástima que Yahvé se haya aparecido en la yerma Palestina, para proclamar la “tierra prometida”, en vez de hacerlo en la soleada California o en algún paraíso caribeño.

La desesperada alternativa sionista a esta nueva emigración es el exterminio completo de los palestinos. La historia ha demostrado que esa alternativa es imposible. El hombre sigue siendo más fuerte que las balas, aunque el precio pagado, esa sangre que complace tanto a “Algo”, sea muy alto.

Mientras tanto, Palestina hierve, arde. Ojalá que ese ardor (Hamas) nunca se extinga.


Hoffmann