Welsungsraum

"Hazte fuerte en los viejos sueños para que nuestro mundo no pierda la esperanza". Ezra Pound "Ich lehre euch den Übermenschen. Der Mensch ist Etwas, das überwunden werden soll. Was habt ihr getan, ihn zu überwinden?". Nietzsche

Nombre: Welsung

martes, enero 30, 2007

Rienzi


Kanzler haben wir:

Resuenan los aires de Rienzi en mi casa mientras recuerdo el momento en que el Führer ario, el Rienzi de Alemania y del mundo ario llegó al poder, un día como hoy hace ya eones de tiempo. Pero todo sueño que se hace realidad empieza a decaer, porque en este mundo regido por el demiurgo sólo se le puede echar un vistazo así como a la mala, a escondidas, a la gloria de las Tierras Imperecederas. Hoy celebramos el momento excelso y el comienzo del fin. Al alcanzar la cúspide, sólo queda el descenso a los infiernos.

Recordemos, camaradas, lo que fue y lo que pudo haber sido, hoy que nos encontramos en medio del infierno.



Unsere Ehre heisst Treue !!

Heil Hitler !!

Sieg Heil !!

Welsung

lunes, enero 29, 2007

La realidad desde nuestra alma 22


IV.7 Racismo y esclavitud
Uno de los temas que golpea en los medios de comunicación y de entretención masiva es la historia de la esclavitud de los negros a manos de los blancos. La historia es por supuesto cierta, efectivamente cientos de miles, si no millones, de negros fueron arrancados de su hogar en África, para ser vendidos a amos blancos en Europa y en las colonias, especialmente en América. Hasta ahí la historia es cierta y no hay nada que refutar, pero hay un problema con el acento que se pone en la propaganda mundial. De hecho, hay varios puntos que aclarar y poner en el contexto histórico y antropológico-social.

La propaganda pretende por ejemplo que la única esclavitud que ha existido es la que los blancos practicaron sobre los negros y, a partir de eso intenta (muy al estilo judío), realizar una presión de conciencia y emocional para denigrar a la raza blanca y hacer que todos los blancos nos sintamos culpables de algo que evidentemente debe ser estudiado en forma más seria y puesto en su contexto.

De partida uno debería aclarar que la esclavitud fue practicada principalmente por los países que hoy se declaran adalides de la libertad y de los derechos humanos. Inglaterra y su sucesor, los Estados Unidos, mantuvieron un grado de comercio esclavista sin precedentes en la historia y además la esclavitud que practicaron fue denigrante hacia el siervo, cosa que tampoco era conocida en esa proporción. Fue en Estados Unidos que la esclavitud y el mal entendido racismo denigrante , significaron lo mismo. En los países germanos, donde poco o nada se practicó la esclavitud, la palabra racismo se refería principalmente a la autodefensa ante la invasión de otras etnias, no al desprecio per se de otros pueblos. Un hecho vale más que mil palabras: recordemos que Jesse Owens fue tratado con todos los honores y cuidados de un atleta en Berlín en 1936, no se hizo ninguna distinción con él debido a su raza, sin embargo en Estados Unidos era obligado a subirse por la puerta de atrás en los buses y además no fue invitado por Roosevelt a la celebración en la Casa Blanca. (Si Hitler no quiso darle la mano o fue simplemente un problema con el protocolo es cuestión que queda a interpretación de la imagen, la no invitación fue un hecho indesmentible).

Por otro lado hay que aclarar que la esclavitud fue una práctica extendida a todos los pueblos de la humanidad y en todas las épocas. De hecho hoy en día aún se practica la esclavitud entre algunas tribus en el mundo de los beduinos en África y también entre algunas tribus en Asia. Incluso la esclavitud fue también práctica común entre las tribus europeas. Normalmente los pueblos vencidos o eran eliminados o esclavizados. Entre godos, vikingos, griegos, etc., había esclavos de todas las razas; nunca la esclavitud estuvo relacionada a un problema racial sino que más bien con un problema de haber sido vencido por otro pueblo. En América precolombina también la esclavitud era la norma y no la excepción, es un idealismo indigenista creer que los aborígenes americanos vagabundeaban libremente por estas tierras antes de la llegada de los europeos. La verdad es que casi todos los pueblos que se dicen ahora herederos de los grandes imperios americanos son, en realidad, descendientes de los esclavos de esos imperios. El imperio Inca funcionaba por la esclavitud en que se mantenía a otros pueblos y basta recordar la “Guerra de la Flores” de los aztecas en que se capturaban miembros de otras tribus para ser sacrificados.

De modo que la esclavitud de los negros por parte de los comerciantes anglosajones no fue algo extraño ni una perversión especial. Podemos decir tal vez que el tratamiento de los esclavos fue innovadoramente cruel, pero eso podríamos achacarlo más a una conjunción que ha deparado más de un mal rato a la imagen de los pueblos arios: anglosajón y comerciante. Si a eso agregamos el origen de los apellidos de los principales comerciantes de esclavos tal vez tengamos el cuadro completo.

Finalmente hay que recordar también que si bien muchos comerciantes de esclavos hacían batidas para capturar esclavos, la mayoría de ellos preferían pagar a jefes de tribus locales para que capturaran a gentes de otras tribus más débiles y así evitar el costo de la captura. De modo que los esclavos de los europeos fueron en cierta medida una exportación “no tradicional” de otros pueblos de raza negra que se enriquecían con eso.

Lo importante aquí es asentar algunos puntos que deben tenerse en claro antes de culpar a todos los blancos por la esclavitud de los negros:

La esclavitud fue una actividad normal y extendida a toda la humanidad y no tenía nada que ver con racismo, hubo esclavos árabes, arios, negros, etc.

La esclavitud de los negros africanos fue y es una práctica normal entre esos pueblos que hasta el día de hoy se practica.

La esclavitud de los negros africanos fue realizada principalmente por los pueblos que hoy quieren dictar cátedra de ética y moral.

El racismo no tiene nada que ver con esclavizar a otros pueblos.

Como ariosno tenemos por qué sentirnos culpables de una actividad que hoy puede parecer inmoral pero que todos los pueblos practicaron, incluso con nuestros antepasados.

Welsung

miércoles, enero 10, 2007

ORÍGENES ÉTNICOS DEL PUEBLO CHILENO



Antes De La Llegada De Los Españoles

Hacia comienzos del siglo XV de la Era Común, el territorio comprendido entre el río Petorca y el canal de Chacao estaba poblado por tres grupos étnicos: los pikunche, los mapuche y los williche. Compartían ellos el idioma (mapudungún); la actual toponimia confirma lo anterior. Cómo, si no es por transmisión oral, iban a mantenerse numerosos topónimos en mapudungun hasta el día de hoy.

Sin embargo, compartir un idioma no equivale a compartir una raza. En efecto, en su "Historia de Chile", Francisco A. Encina señala asertivamente que los mapuche eran muy distintos a los pikunche y a los williche. Mediciones de las proporciones craneales mostraban
claramente que los pikunche y los williche estaban emparentados, y que los mapuche tenían otro origen étnico.

Resulta verosímil la hipótesis de la invasión mapuche desde el oriente de los Andes, introduciéndose como una cuña en el territorio de un pueblo que perdió su nombre, y que por falta de otro mejor, llamaré "pikunche-williche". La vía de ingreso resulta absolutamente lógica: para pasar al occidente de los Andes, los mapuche tuvieron que buscar un punto que no estuviera tan al norte que los pasos cordilleranos fueran inoperables gran parte del año, ni tan al sur que el clima fuese inhóspito.

Se asentaron entre los ríos Bío Bío y Toltén. Adquirieron el idioma del pueblo derrotado y desplazado. Se llamaron a sí mismos "los hombres de (esta) tierra" (mapu-che) y llamaron despectivamente a los derrotados "nortinos" (pikun-che) o "sureños" (willi-che), es decir, algo así como "nosotros somos nosotros y a esos cobardes los echamos hacia el norte y hacia el sur, más allá del territorio que nuestra población puede efectivamente controlar".


La Invasión Inka

A mediados del siglo XV de la Era Común, el Imperio inka inició el avance hacia el sur. Ignoro si los pikunche habrán presentado alguna resistencia, pues no nos ha llegado esa información, pero si la hubo, no debió ser de cuidado. Así es, los inkas cruzaron el territorio probablemente hasta aproximarse al río Bío Bío y, al encontrar una resistencia más encarnizada decidieron volver marcha atrás unos 200 km y establecer la frontera en el río Maule, dejando sabiamiente ese territorio como amortiguador frente al ímpetu de los mapuche.

Pero a los pikunche no les pareció tan malo ser vasallos. Se adaptaron a la servidumbre que les impuso el inka y supongo que deben haber sentido algún tipo de orgullo al "formar parte" del Imperio. Adoptaron palabras de los inkas, olvidando las propias: guata, guagua, chacra, etc. Los inkas trajeron colonos, que deben haber actuado como "dueños de fundo".


La Invasión Española

A comienzos del siglo XVI de la Era Común se produjo la invasión española. Inicialmente se trató de la expedición de Diego de Almagro, numerosa y bien apretrechada, que buscaba los tesoros de un "segundo Perú" en estos pobres territorios. Almagro no encontró resistencia. Sólo una partida de exploración sostuvo una batalla que merece ese nombre en las cercanías de la confluncia de los ríos Ñuble e Itata, en Reinowelén, esto es, fuera del territorio mapuche. Según Encina, el territorio entre el Maule y el Bío Bío estuvo habitado por los "promaucaes", quizá un pueblo mestizo de pikunche y mapuche.

La segunda ola de españoles fue conducida por Pedro de Valdivia. Su objetivo estratégico no consistía en apoderarse de riquezas fáciles sino de expandir las fronteras del Imperio español hasta el estrecho de Magallanes, y "plus ultra", tal vez hasta el Polo Sur.

Fundó la primera ciudad (Santiago) a una distancia suficiente de los rebeldes mapuche, como base y trampolín para saltar más al sur. No olvidemos que Valdivia llegó al Mapocho en Diciembre de 1540 y recién fundó la ciudad dos meses después, es decir, tuvo tiempo (dos meses de verano) para explorar el territorio. La segunda ciudad fundada (La Serena) aseguraba la ruta terrestre con las bases peruanas y la tercera ciudad (Concepción) estaba en la misma frontera del territorio mapuche, como una cabeza de puente. Avanzó más al sur, fundó numerosas ciudades, pero todas excepto Valdivia (en territorio williche y por lo tanto en zona sin resistencia) debieron ser despobladas. La brava resistencia mapuche obligó al orgulloso español a mantenerse en la frontera natural escogida por el enemigo.


El Español

Nicolás Palacios, en su "Raza Chilena", señala y muestra argumentos que indican que una proporción importante, quizás mayoritaria, de los españoles llegados a Chile entre 1540 y 1598 eran de ascendencia germánica, principalmente visigodos. Lo anterior estaría confirmado por el carácter voluntario que tenía el servicio de la guerra de Arauco, que atraía sólo a aquellos hombres que tenían como ideales el valor, el honor, la lealtad y el sentido del deber, acordes con la identidad germánica y no con la mediterránea. Los guerreros españoles de origen visigótico habrían venido a Chile atraídos por una guerra interminable, de caracteres épicos, pero no trajeron a sus mujeres, apareándose con las indígenas con tal ímpetu que los sacerdotes católicos informaban a sus superiores que "se hacía un mayor servicio a la religión creando nuevos cristianos que el pecado que ello conllevaba". Francisco de Aguirre, refundador de La Serena, reconoció 50 hijos. Así nació el pueblo chileno.


El Error De Palacios

Palacios señala que el chileno es visigótico-araucano. Sin embargo, es imposible que el núcleo principal de la población chilena haya tenido origen en un territorio en guerra permanente. Lo verosímil es que el mestizaje se haya producido en territorio pacífico, donde los veteranos de la guerra (¿mayores de 30 años?) recibieron territorios en pago a sus sacrificios, mientras las nuevas generaciones, de guerreros más jóvenes, seguían hacia el sur.

Pero ese territorio se encontraba al norte del Bío Bío, es decir, en territorio pikunche.

(¿Habrá que repetir que los pikunche apenas resistieron a los españoles, a los que combatieron una sola vez, mediante el artero ataque de Michimalonko a Santiago, siendo este derrotado por una mujer (Inés Suárez), tras lo cual volvieron a ser vasallos, cambiando de amo?)

En consecuencia, el núcleo del pueblo chileno fue español-pikunche, y en cierta proporción visigótico-pikunche. Que cada uno haga las deducciones que de aquí se infieren.

Podemos sentir admiración de la valentía de los mapuche pero, ¿qué podríamos sentir hacia los pikunche?


Después De 1598

En 1598 Alonso de Ribera crea el ejército permanente, lo que implica el grave hecho (desde una perspectiva racial) del término de las huestes voluntarias. Ahora el servicio de las armas se transformaba en un asunto del Estado, una función fiscal, un empleo. Las nuevas corrientes de sangre española fresca ya no podían ser atraídas por el honor, el valor, el sentido del deber o la lealtad. Chile dejaba de atraer a los visigodos. Sus descendientes mestizos, cruzados con una raza cobarde y vasalla, se seguían multiplicando en los campos, mientras que los nuevos españoles, funcionarios, comerciantes (empresarios, diríamos hoy) comenzaban a asentarse en las zonas "bien" de las ciudades.


El Pueblo Chileno

Algo en lo que no se ha reparado concierne a las proporciones de visigodos y pikunches que dieron origen al pueblo chileno. Sólo un iluso podría creer que se encuentran en proporciones similares. Los españoles de origen visigodo deben haber sido notoriamente menos numerosos que los pikunche, y la perpetuación de un grupo étnico mestizo predominantemente blanco se habrá debido a una discriminación racial instintiva. Pero ante el número mucho mayor de los pikunche, inevitablemente esta etnia se iría diluyendo.

Cuando de produjo la guerra del Pacífico, las crónicas cuentan que los escolares escapaban de hogares y colegios para enrolarse voluntarios en el Ejército. No está muy claro que los latifundistas vieran con buenos ojos la partida de sus peones, por lo que podemos suponer que los habitantes de las ciudades fueron a engrosar las poco pobladas filas del ejército, pasando de 1.500 hombres del Ejército de Línea (de carácter permanente, formado por veteranos de la guerrilla en Arauco) a unos 20.000 voluntarios tras la ocupación de Lima, en menos de dos años.

Esos voluntarios, sin duda, fueron aquellos en los que la sangre visigótica estaba menos diluida.


El Fin De La Guerra

Ya no hubo más guerras. El chileno visigótico se fue diluyendo frente a la marea pikunche. Entre sus artes no estaba el comercio, que fue quedando en manos de otros especímenes que llegaron después que estaba asegurada la calma en este territorio. ¿Cuántos empresarios de hoy llevan los apellidos de los primeros conquistadores?

Los chilenos visigóticos se fueron refugiando en su propio ghetto sin murallas, que se llama la "clase media". Arriba están los blancos no germánicos, buenos para ganar plata; abajo están los pikunche, sin plata. Ambas clases sociales (ricos y pobres) se reproducen mucho más que la clase media. Los ricos tienen mucho que repartir a sus hijos; los pobres no tienen nada que repartir, así que da lo mismo tener más y más hijos. Sólo la clase media debe hacer sacrificios y pensar detenidamente si se puede tener más de un hijo, qué decir más de dos, con lo que se asiste a la extinción de este grupo.


Nosotros

Han pasado generaciones y generaciones. El instinto de selección racial, expresado en el sentido de la belleza, pues lo bello es lo semejante a uno mismo, ha sido minado por una política de base materialista-economicista, donde escalar posiciones sociales tiene más importancia que hacer hijos bellos, fuertes, duros, puros y seguros.

El chileno de origen visigótico se va extinguiendo. Nosotros, nacionalsocialistas, somos aún conscientes de ello y de nuestros orígenes. Por eso nuestra alma entra en resonancia con los valores germánicos. Nuestra diluida sangre (una afortunada combinación de genes manifestados) nos permite escribir y leer estas palabras.

Al menos hasta hoy.



Hoffmann

miércoles, enero 03, 2007

La realidad desde nuestra alma 21


IV.6 Nacionalsocialismo y Nacionalismo

La discusión que sigue es pertinente a los últimos artículos publicados en este blog, así como a un tema tratado hace algún tiempo en el capítulo “Derribando mitos” de “La Realidad desde nuestra alma”. Se trata de identificar la verdadera esencia de lo que somos y no continuar con modelos modernos alejados de las leyes de la naturaleza.

Un error normal entre las buenas personas de países como Chile, es que creen que lo que ellos llaman nacionalismo o patria, es lo mismo que lo que un nacionalsocialista entiende por esos términos. De hecho, diría que el fracaso sempiterno de todo esfuerzo nacionalista en países como los nuestros se basa en este error.

La civilización mal llamada occidental ha trastocado todos los valores y ha detenido los procesos naturales de evolución no sólo a nivel biológico, también lo ha hecho a escala geopolítica y antropológica. Los resultados son aberrantes en cuanto se han creado países que han englobado a pueblos que son totalmente disímiles y que, como ruedas de maquinarias disímiles, cuando son obligados a trabajar en conjunto no son capaces de grandes tareas y sólo logran éxitos muy de cuando en cuando cada vez que un individuo o un grupo reducido de individuos, normalmente homogéneos entre sí, forman una unidad de trabajo eficiente.

Y es que el error es identificar el concepto de país que proviene de la palabra latina pagus (significando un lugar determinado, un cantón, una aldea), con la palabra nación que viene del latín natio y que quiere decir lugar de nacimiento y finalmente la palabra patria, que es el lugar de nacimiento de los padres. Estas palabras se usan sin cuidado y como equivalentes en determinados momentos. Por otro lado, el concepto de padres debe también tomarse con cuidado pues no se trata de los padres directos, sino que de los antepasados en los cuales se enraíza nuestra existencia. Igualmente la palabra nación no parece referirse al nacimiento casual del individuo, sino que al lugar de nacimiento del linaje de éste.

Todo este error lingüístico conduce a que mucha gente honesta crea sinceramente que Chile o Argentina o Perú, etc, pueden constituir así, sin más una patria o una nación para todos su habitantes, cuando en realidad son sólo países, es decir lugares en donde conviven personas de diferentes nacionalidades y provenientes de diferentes patrias.

La necesidad humana de identidad juega, por supuesto, un rol muy importante en los nacionalismos que vemos actuar en forma emocional en todos estos países. Sin embargo, este sentimiento nacionalista no es de un nivel superior al que sienten los adeptos a un equipo de fútbol, que son (sincera y honestamente), capaces de morir por los colores de su equipo.

Por ejemplo, una idea de estos grupos es creer que se puede levantar a todo el país en torno a un ideal patriótico. Esta idea es un gran error, pues no todos los individuos que conforman nuestros países ven o sienten igual y, como es lógico, no ansían los mismos ideales, aunque sean nuestros vecinos. Otro error que he escuchado en estos días es el hablar de “nuestro ejército, que pertenece a todos os chilenos”. El Ejército de Chile tiene sus raíces en un tipo de individuo de origen germánico y su ideal, concepto y forma no es compartido por todos los chilenos. Es más, existe una gran cantidad de chilenos que odia todo lo que el ejército representa y sólo quisieran destruirlo.

La situación en nuestros países es muy parecida a lo que ocurrió en Yugoslavia o que hoy vemos en la incapacidad para presentar una resistencia unida de las fuerzas de resistencia iraquíes. Nuestra identidad es una farsa, nuestros países fueron creados a la fuerza por colonizadores que interrumpieron los procesos de evolución de los pueblos que vivían en estas tierras y que además, tampoco tenían ellos mismos el concepto de pertenecer a una nación particular, enfermos como estaban por el universalismo del cristianismo. De modo que corrompieron los procesos locales y no impusieron ninguno de origen natural, sino que implantaron la enfermedad del igualitarismo.

Por el contrario, nuestra situación es diametralmente opuesta a la situación de los países germánicos antes de la formación de Alemania. Los germanos, perteneciendo todos a una sola nación, estaban divididos artificialmente por fronteras de países formados por cuestiones netamente políticas atingentes al reparto de poderíos de familias gobernantes.

El nacionalsocialismo, nacido en la realidad germánica, no puede concordar con las metas que se plantean los nacionalistas tradicionales, pues ve realidades distintas, ve países formados por distintas naciones. En cada uno de esto países es necesario desatar este nudo gordiano que estrangula el futuro de cada una de las naciones que compone nuestro países. En lugar de una situación natural de castas tipo India tradicional o de federación o de simple gobierno de una nación sobre las demás, estamos en una situación de mezcla insana e ineficiente. Por ello cuando nosotros hablamos de Chile, lo hacemos mirando a la patria que intentaron forjar nuestros antepasados europeos cuando llegaron a estas tierras y las conquistaron, las domaron y nos las legaron. Ese sueño casi inconsciente de nuestros abuelos no es compartido por los descendientes de los que fueron vencidos y que en el fondo odian lo logrado. La destrucción sin aparente causa que se ve cuando esas fuerzas profundas salen a la luz, tiene su origen real en ese resentimiento contra el vencedor. A no engañarse con argumentos marxistoides que buscan la explicación en problemas sociales, se trata del mismo pikunche que destruyó Santiago en los tiempos de Michimalongo y que lo sigue haciendo hoy en día, simplemente porque las luchas entre las naciones traspasa las generaciones, las edades y todos los falsos argumentos humanistas; y la visión de los pueblos indígenas, o sus descendientes, no tiene canales de expresión en esta sociedad liberal y humanista moderna.

Puede que lo que aquí se ha dicho cause espanto en mucha gente, pero el Nacionalsocialimo pretende ser una revolución basada en realidades y no en argumentos acomodaticios o en sentimentalismo más o menos arraigados. No pretendo ofender tampoco a los miembros de otros pueblos, sólo estoy diciendo que mientras no exista una conciencia y un respeto real por las diversidades de los pueblos que forman nuestros países, éstos están condenados a una existencia de orden segundario en el concierto mundial. Podemos formar un país que, consciente de su diversidad, se ordene de manera eficiente y aproveche las capacidades de todos sus habitantes en forma real.

Esta diferente visión entre el nacionalista tradicional y el nacionalsocialista, explica el por qué el primero no entiende el uso que hace el segundo de símbolos como la Svástica, que en apariencia es un símbolo extranjero. Esta situación que causa permanente tensión en y entre los grupos e individuos, se explica en base a lo dicho anteriormente. La Svástica es el símbolo más antiguo de los pueblos indoarios o indogermánicos y está presente desde el lejano norte hasta América de Sur y el valle del Indo, donde exista un ario, pues es el recuerdo del origen real de estos pueblos. Representa la patria originaria, aquella que es más grande y real que todas esta pequeñas patrias en las que ahora vivimos y a la que en último término somos más fieles. Los nacionalistas tradicionales tienen razón al acusar a lo nacionalsocialistas de poco patriotas o de no ser verdaderos nacionalistas, pues éstos tienen en mente otra patria, una que se lleva en la sangre y no en el documento de identidad, una a la que no se puede renunciar aunque se quiera, una a la que no se puede acceder por gracia o por favores políticos o méritos deportivos. Lo que tienen que recordar sí esos nacionalistas es que si no fuera por lo miembros de esos pueblos arios estos países no existirían y sólo habría un conglomerado de pueblos indígenas.

Welsung